Estudiantes miembros de la Mesa Amplia Nacional Estudiantil manifiestan su inconformidad en el evento de lanzamiento del "Acuerdo por los Superior 2034" el pasado 4 de agosto de 2014. |
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lineamientos para la privatización
¡Esa política no es pública! ¡No a un Acuerdo
por lo Superior!
En el año 2011 después de las masivas
movilizaciones estudiantiles que obligaron al Gobierno Nacional a retirar el
proyecto de Reforma a la Ley 30 del Congreso de la República, los y las
estudiantes agrupados en la Mesa Amplia Nacional Estudiantil se dieron a la
tarea de construir una Propuesta Alternativa de Educación Superior. (http://bit.ly/1o80T7K)
Para dicha tarea y por iniciativa de la MANE se celebró una reunión entre el
Ministerio y los voceros de los estudiantes en la que la MANE planteó la
necesidad de elaborar una metodología de
construcción democrática que desembocara
en una propuesta para solucionar la crisis de la educación superior (http://bit.ly/1srW5KU). La respuesta del
gobierno fue afirmar que el único espacio válido para discutir era el ya definido por el Consejo Nacional de Educación Superior – CESU, desde el cual se buscaría concretar una política pública
en el marco del “gran dialogo nacional”. Así las cosas, a la MANE no le quedaba más que acogerse a las reglas
de juego establecidas de antemano por ellos. Cabe recordar que el CESU es un
órgano controlado por el gobierno nacional, quien elige de manera directa o
indirecta a más de la mitad de sus miembros y en el que los estudiantes y
profesores solo tienen el 11% de la participación. Además, la MANE citó al Ministerio de Educación a siete debates públicos, la ministra no se hizo presente
en ninguno y más de una vez el viceministro de educación superior, quien fungía
como su delegado, abandonaba los recintos intempestivamente.
Con el propósito de confundir a la
sociedad colombiana, el gobierno Santos y la ministra Campo afirman que la MANE
participó y dio aportes al “Acuerdo por lo Superior 2034”, aunque el mismo
documento confiesa que esa participación se dio porque el CESU “analizó los
comentarios públicos y en redes sociales de la MANE” (Pg. 37). Una idea
bastante distinta de democracia tiene el estudiantado. Esta debe surgir del
debate participativo, de la discusión abierta en las universidades y plazas
públicas y reconociendo la pluralidad de posiciones. La democracia parte incluso
de definir entre diferentes los métodos para discutir, cuestión que como se dijo, no fue lo que hicieron quienes hoy afirman
tener una “política pública” que recoge a todos los sectores y actores
educativos del país.
El “Acuerdo por lo superior” contempla
136 lineamientos que obedecen, en su gran mayoría, a las recomendaciones
del Banco Mundial y la OCDE y que busca abrir paso a la implementación de
las disposiciones contenidas en los
TLC y demás tratados multilaterales como la Alianza del Pacífico, frente a las cuales la MANE
ya se ha pronunciado (http://bit.ly/1o9hVBM). Más grave aún es que según dijo la
ministra Campo, estos lineamientos “ya están siendo implementados”. La política
pública ya está siendo introducida por diferentes vías como lo son las reformas
institucionales en las universidades y demás Instituciones de
Educación Superior, y se seguirán implementando por los entes territoriales,
las distintas entidades que forman parte del sector educativo o por medio de
leyes, actos legislativos o decretos, en un claro intento por dispersar la aplicación y minimizar
los seguros reparos que estás medidas significan.
Es tan evidente la falta de participación
del Movimiento Estudiantil y del grueso del profesorado que los principales
problemas de la educación superior en Colombia brillan por su ausencia en el equívoco
diagnóstico que el MEN y el CESU hacen en el “Acuerdo por lo Superior 2034”. No
puede hacerse un balance positivo de la Ley 30 cuando está ha llevado a las
universidades públicas a pasar de 150.000 estudiantes en 1992 a cerca de
650.000 en 2014, y ¡todo con los mismos recursos de hace 22 años!. El
desaforado aumento de cobertura ha ido en claro detrimento de la calidad,
prueba de ellos es el rezago en infraestructura, el penoso rol de la Ciencia y
la Tecnología en nuestro sistema educativo y la precariedad laboral de los
docentes. El tal “Acuerdo por lo Superior 2034” es otra forma de profundizar un
modelo que concibe la educación como mercancía y no como derecho fundamental. Estos planteamientos son muy distintos a los planteados por la MANE en su propuesta, que además de ayudar a resolver los graves e históricos
problemas del sistema de educación superior (financiación, autonomía y democracia, infraestructura, bienestar
universitario…) concibe la educación
como un derecho fundamental y bien común, apuntalando así un sistema de
educación superior auténticamente al
servicio de TODA la sociedad Colombiana.
Varios cuestionamientos surgen frente a
esta política pública llamada “Acuerdo por lo Superior”, la cual haciendo honor
a su nombre, es un acuerdo por las alturas, un acuerdo que implica un evidente
desconocimiento de las demandas centrales que el movimiento estudiantil, los
profesores y trabajadores del sector educativo, así como el grueso del
movimiento social y popular, han puesto sobre la mesa en cuanto al
fortalecimiento de la educación pública como derecho fundamental y bien común,
lo que implica el reconocimiento del déficit de $12.5 billones de pesos que
tienen las 32 universidades públicas y el grave problema de los créditos
educativos y la cartera morosa del 34 % del ICETEX.
Insistir en una manoseada visión de la
paz para pretextar y viabilizar una educación puesta al servicio de la economía
neoliberal, es continuar con un país que profundiza la grave crisis ambiental,
los conflictos sociales, la antidemocracia, la dependencia de nuestra economía
y la miseria de las mayorías del país. Por ello llamamos a toda la sociedad
colombiana, incluidos los rectores y académicos que otrora se opusieron al
proyecto de reforma neoliberal en 2011 a no creer en los cantos de sirena del
gobierno que dejan intactos los problemas estructurales y en su lugar a conocer
y fortalecer la Propuesta Alternativa que desde las universidades, colegios,
hogares y calles se construyó para sacar del atraso a la educación superior
colombiana y avanzar hacia una nueva educación para un país con Soberanía,
Democracia y Paz.
¡No a un acuerdo por lo superior!
¡Esa política no es pública!
¡Viva el movimiento estudiantil en Colombia y su propuesta alternativa!
Comisión
Nacional de Vocerías de la Mesa Amplia Nacional Estudiantil
después de las masivas movilizaciones estudiantiles que obligaron al Gobierno Nacional a retirar el proyecto de Reforma a la Ley 30 del Congreso de la República y las multas simit, los y las estudiantes agrupados en la Mesa Amplia Nacional Estudiantil se dieron a la tarea de construir una Propuesta Alternativa de Educación Superior
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