¿ESTUDIANTE MODELO 2013 O CARRERA DE OBSTÁCULOS?
Posted by Mesa Amplia Nacional Estudiantil - MANE Colombia
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miércoles, 23 de enero de 2013
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Juan
Sebastián López Mejía
Representante Estudiantil al Consejo Directivo Universidad Externado de Colombia.
Vocero Mesa Amplia Nacional Estudiantil -MANE-
Representante Estudiantil al Consejo Directivo Universidad Externado de Colombia.
Vocero Mesa Amplia Nacional Estudiantil -MANE-
@juanslopezm
Las ceremonias, ritos y actividades de iniciación
tienen cabida en todos los campos de la vida humana. Los grandes cambios vienen
acompañados de acontecimientos que marcan el fin de una época y el inicio de
otra. Entrar a la universidad es también una iniciación, alejada de
supersticiones y ritualismos, pero no por ello menos emocionante y
transformadora.
Quienes alcanzan una plaza en las estrechas bancas
de la universidad colombiana hacen parte de un exclusivo grupo que cuenta con
un gran privilegio, que en un país como el nuestro, uno de los más desiguales
del planeta, se convierte en un acontecimiento excepcional. Si a esto le sumamos
la osadía de ingresar a una institución considerada de alta calidad, podría
decirse que quienes lo logran hacen parte de una especie en vía de extinción.
En Colombia de cada 100 bachilleres solo 40 entra a la Educación Superior, 30 a
la Universidad, la mitad va a las públicas, la otra mitad a instituciones
privadas, de estos solo 15 se gradúan y tan solo 4 consiguen empleo. Estamos
frente a una verdadera carrera de obstáculos.
Hacer parte de este grupo implica conocer la
realidad. Recientemente la ONG Oxfam reveló que con los ingresos de las 100
personas más ricas del mundo en 2012 ¡se aliviaría 4 veces la pobreza extrema
de todo el orbe! Nuestro país es fiel reflejo de esta colosal desigualdad;
cerca del 50% de las personas viven entre la pobreza y la miseria, sumados, el
empleo informal y el desempleo llegan al 70% y la llamada “confianza
inversionista” se centra en la explotación de hidrocarburos sin añadir valor
agregado alguno, todo esto acompañado de gabelas exorbitantes para el capital
financiero y mercantilización de los derechos fundamentales, en detrimento de
nuestras riquezas naturales, como es el caso del hotel en el Parque Tayrona o
la minería en el páramo de Santurbán. Sin duda el modelo de país determina el
modelo educativo, de manera que esta crisis también permea la universidad,
inclusive a la privada.
Ante un panorama tan complicado hay que
preguntarnos ¿Si no me gusta esta realidad, qué debo hacer para cambiarla?
¿Terminar la carrera y desentenderme de la sociedad? ¿Preocuparme por conseguir
trabajo y desligar mi suerte de la del país? Estos y otros interrogantes se
resolverán a medida que se adentren en la realidad colombiana y la conciencia
los llevará a decidirse entre el sálvese
quien pueda o el ligar su proyecto de vida con el de la nación.
El enorme privilegio de ser un estudiante
universitario debe tener un contrapeso y una responsabilidad histórica. La
misma que tuvieron los padres fundadores de la Universidad Externado de
Colombia cuando con todo valor se opusieron al oscurantismo y lucharon contra
la opresión. Esa responsabilidad histórica no es otra que el imperativo de ser
conciencia crítica de la sociedad, ya que mientras sigan existiendo razones
para levantar una voz de protesta, razones para querer cambiar lo que
consideramos injusto y mientras menos sean los que puedan entrar a una
universidad de calidad, mayor debe ser el cometido de transformar el status quo para permitir el acceso
masivo y democrático al conocimiento científico y así, ponerlo al servicio del
desarrollo nacional.
La generación actual no ha sido inferior a este
reto. Organizados en la Mesa Amplia Nacional Estudiantil -MANE- el movimiento
estudiantil ha dado una lección de protesta cívica y de propuesta consecuente.
Tras haber derrotado la equivocada reforma del gobierno nacional que buscaba,
entre otras cosas, introducir el ánimo de lucro en la universidad, la comunidad
educativa construye un proyecto de ley alternativo basado en la concepción de
una educación como un derecho fundamental y herramienta de progreso social,
indispensable para construir un país realmente Soberano, Democrático y en Paz.
El llamado no puede ser otro que a continuar con la
honrosa tarea de construir un nuevo país. Con mentalidad universal, espíritu
crítico, sentimiento patrio y exigencia personal el 2013 será un año para
seguir avanzando hacia la transformación que Colombia demanda y que debe ser
compromiso de todos y cada uno de nosotros. Bienvenidos.
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